LESIONES CUTÁNEAS
Aquí se engloban muchos tipos de lesiones diferentes, que tienen su propio diagnóstico y tratamiento, pero que a simple vista, no son fáciles de distinguir entre sí. Por eso es importante acudir a un especialista de la piel, el dermatólogo, para que analice el tipo de lesión.
Hay 2 tipos de lesiones cutáneas:
- Primarias: Son los cambios que se producen sobre piel sana y no están modificados por la evolución del proceso. Son ejemplos de estas lesiones: mácula, pápula, nódulo, tumor, vesícula, ampolla, quiste, comedón, teleangiectasia o surco.
- Secundarias: Son aquellas lesiones cutáneas que se producen por la transformación de una lesión primaria, por ejemplo el rascado de una vesícula que es la lesión primaria, puede provocar una excoriación que es la lesión secundaria. Otros ejemplos de lesiones secan varias son: fisura, erosión, úlcera, fístula, escama, costra, escara, atrofia, inducción, cicatriz, liquenificación, hiperqueratosis, maceración o umbilicación.
¿QUÉ PUEDO HACER?
Ante la aparición de una lesión cutánea debe consultarse con un dermatólogo, y no utilizar remedios caseros o recomendaciones de personas no cualificadas para tratar este tipo de lesiones. Hay que tener en cuenta que los tratamientos difieren dependiendo del tipo de lesión, del fototipo de la persona y de otros factores como toma de medicamentos o enfermedades. Lo que sirve para una persona, no sirve para otra.
Una consulta con un dermatólogo a tiempo, puede evitar que una lesión primaria se convierta en secundaria, y que deje secuelas en la piel.
Y por supuesto, un buen diagnóstico a tiempo puede evitar la evolución de lesiones malignas en la piel.
¿QUÉ PODEMOS OFRECERTE EN ONE FACE?
Tras la evaluación y la realización de la ficha clínica del paciente, la dermatóloga evaluará el tipo de lesión e indicará el tratamiento más adecuado, siendo los más habituales:
- Tópico: Muchas lesiones y enfermedades de la piel se tratan mediante medicamentos de uso tópico, es decir sustancias que se aplican directamente sobre la piel. Los medicamentos de uso tópico son de diferentes tipos: soluciones, geles, cremas, pomadas, ungüentos y polvos.
- Sistémico: Los tratamientos sistémicos se administran por vía oral en forma decomprimidos o por vía inyectable, por lo que el principio activo se distribuye por todo el organismo. Normalmente se reservan para pacientes con síntomas severos que no responden a los tratamientos tópicos.
- Quirúrgico: Determinadas lesiones no pueden curarse mediante tratamientos tópicos o sistémicos. En estos casos suele extirparse la lesión mediante cirugía, por ejemplo en los procesos malignos que afectan a la piel, entre ellos el melanoma.
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